Algunos animales han demostrado una capacidad intrigante para detectar enfermedades de sus dueños mucho antes de que un médico les pudiera diagnosticar.
Los gatos han dado muestras de habilidades similares, dando a entender en algunos casos que ellos también pueden ser capaces de oler o detectar células cancerosas mucho antes de sus dueños muestren ningún síntoma.
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El último caso nos llega desde Staffordshire, Reino Unido, y sin duda parece reforzar esta posibilidad.
Stephanie Doody, es una señora que vive en el Reino Unido y nunca hubiera ido al médico si no fuera por sus tres queridos gatos.
Stephanie no se sentía enferma en absoluto, y no estaba experimentando síntomas que le hubieran hecho pensar que tenía cáncer, pero sus gatos recientemente había desarrollado una extraña costumbre.
Jaffy, su gato atigrado, fue particularmente decisivo en ayudarle a darse cuenta de que había algo mal.
Jaffy adoptó un nuevo hábito; se iba a dormir sobre el estómago de Stephanie cada noche. Hasta que Stephanie perdió un poco de peso, lo que le permitió darse cuenta, por primera vez, de un extraño bulto en el abdomen inferior.
Con el apoyo de su marido, su hijastra, y, por supuesto, sus gatos, Stephanie esperó con ansiedad que los médicos le dieran el diagnóstico. Hasta que le confirmaron que tenía cáncer.
En la mayoría de los casos, este tipo de cáncer no es detectado hasta que es demasiado tarde para tratarlo con eficacia.
Gracias a sus gatitos, Stephanie fue capaz de ser operada, donde le fueron extirpadas las zonas afectadas. Perdió su útero, la vesícula biliar, el cuello del útero, el bazo, y una sección de intestino. Pero fue muy afortunada de que no se le hubiera extendido más allá.
Ahora Stephanie se encuentra mucho mejor, a pesar de que todavía tiene una gran cicatriz.
¡Y lo más importante, está en su casa, una vez más, con su familia y dedicada al trío de gatos!
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