La mayoría de los gatos no pueden soportar el agua. Si se ponen en cualquier lugar cerca de una bañera o ducha, lo más probable es que salgan totalmente asustados. A menos, por supuesto, que usted tenga algún adorable (y raro) gatito al que le gusta el agua.
Pero si no es así sabrá que debe mantener alejado a su dulce gatito de la mínima posibilidad de que pueda mojarse. LLeve a un gato cerca de una gran cantidad de agua y sus muy afiladas garras seguro que aparecen, y su cola seguro que aumenta de tamaño. Así que si usted no quiere estar cerca de esas garras afiladas lo mejor es no provocar la situación.
¿Pero qué puede suceder si a un gato le gusta mucho el pescado fresco? ¿Es posible que el amor de un gato por los pescados y mariscos superen a su odio por el agua?
Este joven gato callejero posa cerca de la orilla del agua, mientras espera pacientemente a que algo aparezca en el agua azul. En algunos momentos, parece que puede acabar empapado por el movimiento de una ola, pero se las arregla para mantenerse lejos y seco.
Si no observa con detenimiento se puede perder la mejor parte de este video. El gato de este vídeo es una prueba más de los conocidos «reflejos felinos». Tan sólo espere a verlo…