Una evasiva especie de gato salvaje en peligro de extinción ha hecho una asombrosa aparición en unas imágenes en un lugar en el que nunca se había visto antes.
Los gatos andinos (Leopardus jacobita), son nativos de las regiones montañosas del norte de Chile, y están considerados como uno de los felinos más amenazados y poco estudiados del mundo. De hecho la especie es tan misteriosa, que sólo se han tomado un puñado de fotografías de ellos en estado salvaje en las décadas desde que se descubrieron por primera vez. Estos gatos ofrecen muy pocas pistas acerca de sus hábitos o su distribución.
Ahora han aparecido nuevas imágenes mostrando los pequeños gatos que prosperan en una zona rocosa chilena rocoso donde, a pesar de años de extensas encuestas en la región, nunca se habían observado previamente.
A principios de este mes, cámaras trampa en el paisaje agreste de la Reserva Nacional Los Flamencos capturaron una serie de fotos de dos gatos andinos de aspecto saludable – una madre y su bravucón descendiente.
Para los investigadores de la Corporación Nacional Forestal (CONAF), trabajando en colaboración con la Alianza Gato Andino, esta evidencia fotográfica no podía venir como mejor noticia, lo que sugiere que las especies raras de hecho pueden ser más fuertes de lo que se había sospechado.
«Esta es una observación muy importante porque pensábamos que los gatos andinos vivían sólo en una parte de la zona norte de Chile«, dijo Mariano de la Maza, biólogo de CONAF a The Dodo. «Ahora sabemos que el gato tiene una distribución más grande de lo que pensábamos antes«.
Dada la rareza de estos avistamientos, las estimaciones de población se cree que son menos de 2.500 individuos y en declive. Los gatos andinos están en peligro por una serie de factores humanos, como la intrusión en las regiones donde ellos tienen su hogar, lo que hace que la documentación donde existen sea un componente clave para salvarlos.
«Este es una de las cinco especies de gatos de todo el mundo más amenazadas, pero tenemos que saber donde están presentes para que podamos protegerlos«, dijo Maza. «Con esta observación, podemos formar un nuevo plan de conservación para ellos en base a la información que tenemos.«