David Wilson estaba tan enfermo que no pudo asistir a la boda de su hija Lisa. Pero antes de perder la batalla contra su cáncer terminal su hija no se resignó.
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Lisa renunció a todo lo que rodea ese hermoso e inolvidable momento de la boda: el coro cantando, la decoración, los invitados. Renunció a todo lo que una mujer sueña con tener en ese emotivo día para tener algo más valioso e inolvidable: la posibilidad de vivir junto a su padre el día más especial de sus vida.
Adelantó el día de su boda y reunió a unos pocos miembros de su familia y se casó con Robert Pantoja junto a la cama de su padre en el propio hospital Irvine Medical Center. Poco tiempo después su padre falleció.
El siguiente vídeo recoge el momento del enlace.