No es frecuente que se aliente a los visitantes de un museo a que pongan sus manos sobre obra de precio incalculable como la Mona Lisa. La exposición permanente «Hoy toca el Prado» es una rara excepción que sí permite hacerlo. Esta exposición estará en el Museo del Prado de Madrid hasta el 28 de junio de 2105, y contará con seis réplicas de famosos cuadros diseñados para ser tocados y apreciado por ciegos y deficientes visuales, con el fin de proporcionarles una conexión táctil al mundo del arte visual.
¿Cómo se logra esto exactamente? A través de una amplia labor y estudio de la empresa Estudios Durero y su técnica de impresión avanzada en relieve que han llamado «Didú.» De acuerdo con el estudio, se empieza con una foto de alta resolución de la imagen original. Luego se seleccionan las texturas y volúmenes más adecuados para guiar las manos del visitante, por lo que hay que asegurarse de prestar atención a cada detalle con el fin de comprender mejor la composición y el tema de cada obra. A través de un proceso que tiene una duración de 40 horas, los volúmenes y las texturas de la pintura se definen y se imprimen con una tinta especial. A continuación, el lienzo se somete a un tratamiento químico para dar volumen a las superficies inicialmente planas. Por último, la imagen real con los colores originales se imprime en la parte superior. Al final se obtiene una reproducción que puede ser explorado por el tacto.
Gracias a Estudios Durero y su técnica Didú, las personas sin vista pueden disfrutar de la oportunidad de «ver» las obras de maestros como Leonardo Da Vinci, Francisco de Goya y El Greco usando las manos. Exposiciones como «Hoy toca el Prado» abren todo un nuevo mundo accesible para los discapacitados visuales, que ahora pueden tocar la obra, leer el texto Braille que la acompaña, escuchar un audio guía, y apreciar las maravillas del mundo pictórico.
Fotografías por Pablo Blazquez Dominguez / Getty Images