Considerando que nuestro planeta tiene más agua que tierra, siempre es fascinante ver las criaturas que se esconden debajo de las olas. Unos buceadores que exploraban las profundidades del agua fría que rodea a las pequeñas islas Galápagos, se encontraron cara a cara con una criatura haciendo algo verdaderamente sorprendente para quien no lo haya visto.
La iguana marina tiene una apariencia aterradora, pero el extraño reptil es en realidad bastante inofensivo. Si te encuentras desanimado por su apariencia, sin embargo, no te preocupes – no estás solo. Charles Darwin registró su reacción inicial cuando se encontró con estos animales en su famoso viaje a las islas, que describe como «repugnante» y «torpe». También se refirió a ellas por el apodo de «diablillos de la oscuridad».
Sin embargo Darwin era preciso llamándolos torpes. En tierra, con sus pequeñas patas se mueven con dificultad por las rocas. Por el contrario, se mueven con mayor gracia y agilidad, mientras comen algas bajo el agua. Su dieta consiste exclusivamente en esa planta, y a menudo terminan con manchas blancas de sal en la nariz de tanto comer.
Una vez que han conseguido saciarse, echan la cabeza hacia atrás y suben hasta la superficie, después se mueven hasta la tierra para calentarse al sol. Pero no hay que confiarse, a pesar de que entonces se ponen en riesgo de depredadores, sin duda son capaces de defenderse. Si las has visto sabrás que no sería bueno empezar una pelea con una de ellas…
