Cuando ves una señal en un parque diciendo «no alimentar a los animales» no están tratando de ser malos. Están tratando de evitar que los animales salvajes aprendan que dependerán de las personas para tener su comida. Cuando se rompe esta regla de la naturaleza puede suponer un problema muy serio.
Que es lo que le pasó al hombre de este vídeo cuando alimentó a un gato callejero en el porche trasero de su casa.
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Un gato callejero se convirtió en dos gatos, dos se convirtieron en tres, y así sucesivamente hasta ahora que son toda una legión. Su caos es lo que ganamos nosotros si aprendemos. Disfruta de esta adorable lección de vida, pero ten cuidado, o podrías llegar a tener tu propia manada de gatos.