A veces es fácil quedar atrapado en la carrera de ratas que algunos parecen vivir y olvidar lo que es importante en la vida. Para muchos, el dinero se convierte en su fuerza motriz.
Esta es la historia de un padre que quería que su hijo pensara en el dinero de manera diferente, por lo que decidió darle una valiosa lección. sin embargo, lo que hizo el hijo a cambio, enseñó a su padre la lección más importante de todas.
En un artículo de Facebook de fecha 21 de julio de 2015, un hombre compartió esta importante historia.
«Un día, un padre muy rico llevó a su hijo de viaje por todo el país con el único propósito de mostrar a su hijo cómo era ser pobre. Pasaron unos días y noches en la granja de lo que se consideraría una familia muy pobre.
Después de regresar del viaje, el padre preguntó a su hijo si le había gustado el viaje. «Estuvo muy bien, papá» contestó el hijo. «¿Has visto cómo es la gente pobre?«, preguntó el padre. «Oh, sí», dijo el hijo.
«Entonces, ¿Qué has aprendido del viaje?«, preguntó el padre. El hijo contestó: «Vi que tenemos un perro y ellos tenían cuatro. Nosotros tenemos una piscina que es la mitad de nuestro jardín y ellos tienen un riachuelo que no tiene fin. Tenemos lámparas importadas en nuestro jardín y ellos tienen las estrellas durante la noche. Nuestro patio llega hasta el patio delantero y ellos tienen todo el horizonte.
Tenemos un pequeño pedazo de tierra para vivir y ellos tienen campos que van más allá de nuestra vista. Tenemos criados que nos sirven, pero ellos sirven a los demás.
Compramos nuestra comida, ellos cultivan la suya. Tenemos muros alrededor de nuestra propiedad para protegernos, ellos tienen amigos para protegerles
«.
El padre del niño se quedó sin habla. Entonces su hijo añadió: «He aprendido lo pobres que en realidad somos nosotros.»
Demasiadas veces nos olvidamos de lo que tenemos y nos concentramos en lo que no tenemos. Lo que para una persona es un objeto valioso para otra persona es sólo otra posesión. Todo se basa en la perspectiva de cada uno.«
A veces se necesita la perspectiva de un niño para recordarnos lo que es importante.
Ese padre tiene realmente la suerte de tener un hijo atento y preocupado.