Yo nunca he presumido de saberlo todo. Como la mayoría de la gente, estoy constantemente aprendiendo y creciendo con mis experiencias de vida y la gente que conozco.
Sin embargo, nunca me di cuenta de que potencialmente podía aprender lo máximo de uno de mis mejores amigos que tengo: mi perro.
Al igual que hay formas en que nuestros perros nos muestran su amor, hay muchas cosas que podemos aprender de nuestros perros.
Todos hemos escuchado el dicho de «no se puede enseñar a un perro viejo nuevos trucos«. Bien, pues nunca pensé que los papeles podían invertirse y que mi amigo canino estaría enseñándome a mí.
Desplácese a través de esta lista de cosas que su perro le puede enseñar. Son grandes recordatorios de que las mejores lecciones de la vida pueden venir de los lugares más inesperados.
Quiero a mi perro, pero después de leer esto, sólo puedo decir «gracias» por enseñarme tanto.
1. No te olvides de jugar
Una de las mejores lecciones que su perro puede enseñarle es sobre la importancia del tiempo de juego.
Nuestros amigos caninos están casi siempre muy contentos de participar en un juego de capturar o ir a buscar algo. Si tiramos una pelota, se ponen a correr y la recuperan de inmediato, y luego esperan a que la lanzemos de nuevo.
Sin embargo, por alguna razón, los adultos casi siempre se olvidan de lo importante que es encontrar los momentos lúdicos en la vida.
Así que organize una noche de juegos. Rompa ese viejo hula-hoop del garaje. Juegue como si fuera un niño.
Nunca somos demasiado mayores para inyectar un poco de tiempo de juego en nuestras vidas, y para volver a descubrir muchas de las alegrías que sentíamos cuando éramos niños.
2. Busque un tesoro enterrado
Los perros no dejan de disfrutar al excavar un tesoro enterrado.
Demasiado a menudo en la vida nos damos por vencidos cuando las cosas se ponen difíciles, o no somos capaces de cavar más profundo de la superficie. Nuestros perros saben que las mejores cosas a veces se encuentran bajo la superficie, así que ¿por qué no seguir cavando?
Cuando estamos desanimados inicialmente por conocer a una nueva persona, a menudo podemos encontrar un gran amigo al cavar más profundo. Cuando tenemos un desacuerdo, tratar de encontrar una opinión de alguien más puede ayudarnos a encontrar conexión y compromiso. Y cuando nos encontramos con un problema en el trabajo, ser creativo y excavar más profundo nos puede llevar a soluciones interesantes e inesperadas.
3. La importancia de los vínculos
Aunque los perros a veces se pelean con otros perros, también pueden enseñarnos la importancia de la unión con un grupo.
Como adultos ocupados, es fácil quedar atrapados en el ajetreo del día a día, olvidándonos de tener tiempo para nuestros seres queridos.
La interacción con otros puede ser una fuente muy necesaria de alegría. En los buenos y malos momentos, nuestros perros saben que no tenemos que estar solos.
Cuando nos sentimos bien, estar con un amigo – o hacer un nuevo amigo – puede realmente marcar una diferencia en la vida de la otra persona.
Y cuando nos sentimos mal, pasar tiempo con los demás puede ser el primer paso en el camino para sentirse mejor.
4. Disfrute comiendo
Los perros no sólo comen su comida; ¡disfrutan de su comida!
La vida puede hacer que estemos tan ocupados que a veces nos olvidamos de frenar y disfrutar de lo que estamos haciendo. La comida no tiene que ser sólo una fuente de energía; también puede ser una fuente de placer.
Aprenda de su perro y tómese el tiempo necesario para saborear su comida – ¡incluso aunque se encuentre solo!
En lugar de calentar una cena congelada, haga algo que sabe que realmente va a disfrutar. Comer comidas deliciosas puede ser una de las maneras más satisfactorias de mejorar nuestras vidas.
5. Vaya rápido a saludar a sus seres queridos
¿Hay algo más maravilloso que volver a casa y ver a nuestros perros esperándonos en la puerta? Entonces, ¿por qué no hacemos esto con los demás?
Apreciar y preocuparnos por las personas que queremos no sólo es algo que hay que sentir, también es algo que hay que hacer.
¿Y qué mejor manera de mostrar a alguien que usted le quiere que saludándolo con un gran abrazo o un beso al llegar a casa?
Como adultos, es fácil dar nuestras relaciones por sentadas. Pero nuestros perros saben que cada vez que se ve a alguien que se quiere puede ser igual de emocionante que la primera vez. Recordar esto sólo puede fortalecer nuestras relaciones.
6. Vivir el momento
Una de las lecciones más importantes que podemos aprender de nuestros perros es vivir el momento.
Nuestros perros no tienen un gran plan maestro. No están preocupados por el pasado, y no tienen miedo del futuro. Viven ahora mismo, en el momento presente.
Esta mentalidad canina es verdaderamente una manera alegre y positiva de vivir tu vida.
Huela las rosas. Cierre los ojos y respire el aire fresco. Deje su teléfono y disfrute por completo de dónde se encuentre. Y si usted es realmente atrevido, al igual que su perro, saque la cabeza por la ventanilla del coche. No hay nada como el viento sobre la cara para recordarle que debe vivir en el presente.
7. La lealtad es la clave
Los perros son ferozmente leales, y sabemos que harían cualquier cosa por nosotros.
Del mismo modo, podemos ser iguales de leales con nuestras relaciones. Los perros no necesitan un millar de propietarios diferentes para protegerle; sólo necesitan uno – usted.
Centrarse en ser ferozmente leal con la gente que quiere es una manera fácil de hacer que sus relaciones sean aún más fuertes.
Cuando nuestros amigos necesitan un hombro para llorar, podemos ser ese hombro. Y cuando nuestros seres queridos necesitan a alguien que vaya en su defensa, podemos ser su verdadero defensor. La lealtad es una cualidad tan admirable como importante.
8. Recuerde escuchar
Si alguna vez ha visto como su perro oye un silbido, o el ladrido de otro perro en la distancia, habrá visto que eleva su cabeza, sus orejas y escucha con atención.
Nuestros perros tienen un gran sentido del oído, y siempre están escuchando los sonidos a su alrededor.
Como seres humanos, sin embargo, no somos necesariamente los mejores oyentes. Es tan fácil estar en «piloto automático» en una conversación, sin escuchar realmente lo que la otra persona está diciendo.
¡Así que vamos a elevar esas orejas! Cuando alguien le habla acerca de un problema, escúchele realmente. Preste atención a lo que le dicen, en lugar de limitarse a pensar en lo que va a decir a continuación.
Escuchar es una clave para tener relaciones fuertes y duraderas, que es algo que nuestros perros saben muy bien.
9. No tenga miedo a causar problemas
Los perros no tienen miedo de irse al suelo y ensuciarse. De hecho, les encanta saltar sobre los charcos y jugar en el barro.
Entonces, ¿por qué nosotros tenemos tanto miedo?
No siempre tenemos que estar limpios y perfecto todo el tiempo. Deje que su cabello haga lo que quiera y comprobará como el desorden puede ser absolutamente liberador.
Aunque nosotros no tenemos que rodar en el barro o «causar problemas» necesariamente. Tan sólo recuerde que las cosas no tienen que ser perfectas todo el tiempo. Y si alguna vez tiene alguna duda, basta con ver lo divertidos que son nuestros perros.
10. Disfrutar de momentos tranquilos
Por más que a nuestros perros les encanta correr, también saben cómo tomarse un descanso y disfrutar de la tranquilidad.
Podemos aprender mucho de ver a nuestros perros descansar. No nos hace perezosos crear un tiempo durante nuestro día para simplemente estar sólos y en silencio. Hay algo muy relajante y gratificante cuando se busca un poco de tranquilidad.
Especialmente si usted se siente estresado o abrumado, un espacio tranquilo puede darle la oportunidad de pensar en un problema o simplemente despejar la cabeza. ¿Sabe alguien lo que nuestros perros están pensando? Pero parecen estar disfrutando de la tranquilidad.
11. Manténgase Activo
Los perros aman estar físicamente activos.
Así como es importante encontrar momentos de tranquilidad, es también muy importante mantenerse activos. El ejercicio físico y la actividad está probado científicamente que libera endorfinas y que nos hace más felices. Es por eso que nuestros perros a menudo parecen ser más felices cuando están corriendo y jugando.
Podemos aprender mucho de nuestros activos perros mediante la incorporación de la actividad física a nuestras propias vidas. Ir a caminar. Ir a nadar. Ir a dar un paseo en bicicleta.
Si nuestros perros pudieran hablar, probablemente nos dirían que la actividad física puede ser una gran fuente de energía y alegría.