Voy a hacer la conjetura de que no has limpiado los carriles de las ventanas desde hace tiempo. No te preocupes – yo tampoco, y además ahora mismo están particularmente sucios. La suciedad se acumula con el paso del tiempo de forma natural y especialmente en invierno, cuando necesitamos calor y quemamos leña en las chimeneas, se acelera aún más la acumulación de suciedad. Probablemente no piensas demasiado en ello mientras hace frío afuera, pero ahora que la primavera está aquí y estamos abriendo las ventanas para que entre aire fresco, es imposible pasarlo por alto.
Pero, ¿cuál es en realidad la mejor manera de limpiar los carriles de la ventanas? La última vez que seguí mi método, terminé usando casi todo un rollo de papel de cocina y muchas toallitas húmedas. Los carriles de mis ventanas estan limpios, pero en general, mi método no parece muy eficaz. Esta clase de materiales de limpieza son caros. Así que me imaginaba que tenía que haber un método mejor.
¡Y ahí estaba! Por suerte, nos dimos cuenta justo durante el momento en que estábamos empezando con la limpieza de primavera. El método nos lo trae Christine, del blog First Home Love Life. ¿Y cuá es la mejor parte de su método? ¡Que no requiere ningún fregado!
Como muchos de nosotros, Christine había dejado sin limpiar los carriles de sus ventanas durante mucho tiempo.
Se había juntado todo tipo de suciedad, insectos muertos, así como la suciedad de la contaminación del exterior.
La respuesta, sin embargo, la encontró en la ciencia de la escuela primaria.
Comienza por reunir los siguiente materiales: vinagre blanco, bicarbonato de sodio, bastoncillos de algodón, y un cepillo de dientes viejo. Después comienza a hacer lo siguiente: espolvorea el bicarbonato de sodio a lo largo del carril de la ventana, pon una cantidad adicional en las esquinas u otras zonas especialmente sucias, luego cúbrelo con una fina capa de vinagre (no demasiado, ya que realmente al contacto con el bicarbonato «entrará en erupción»). A continuación, toma unos bastoncillos de algodón y frota con un movimiento circular a lo largo del carril de la ventana. Si hay alguna zona especialmente sucia, utiliza el cepillo de dientes viejo para limpiarla.
Sigue trabajando con los bastoncillos de algodón hasta que frotes todo el carril.
Parece que está muy sucio, ¿no es así?
¡No te preocupes! Todo lo que necesitas es una taza de agua caliente para llevarte toda la basura.
Después de aclararlo a fondo, sólo tienes que secarlo con una toalla de papel o un pedazo de tela vieja.
La diferencia entre el antes y el después habla por sí misma.
¡El método de Christine es claramente ganador!