En los seis meses transcurridos desde la muerte de su esposa Joey Feek, su marido Rory y su pequeña hija Indiana han hecho todo lo posible para no dejar que su dolor les paralice.
Han recibido cientos de mensajes de apoyo durante todo el calvario de la lucha de Joey contra el cáncer, y amigos y familiares han estado allí con ellos en cada paso del camino.
Ahora, Rory se centra en que su hija crezca con el espíritu de Joey en mente. Él sabe que, si bien tiene el listón muy alto, Joey le está guiando a través de la monoparentalidad.
Pero el padre tiene algo más que la monoparentalidad cerca: Debe hacer frente a todas las personas que afirman que su hija, que tiene el síndrome de Down, fue un «error». A día de hoy, muchos están convencidos de que los niños como Indy no tendrán ninguna posibilidad para llevar una vida «normal».
Pero Rory sabe que están equivocados. Él cree que Indy es un regalo de Dios, al igual que cualquier niño, y ha publicado un emotivo homenaje a su hija en un post en su blog This Life I Live (Esta vida que vivo).
Continua leyendo para saber exactamente lo que el orgulloso papá tiene que decir …
«Dios no comete errores.»
«Indiana no es menos que cualquier otro niño. Diferente no es menos. Que tenga Síndrome de Down no hace que su vida sea menos significativa que la de otra persona o que sus sueños o sentimientos sean menos importantes. No como niña y sospecho, que tampoco en los próximos años cuando crezca para ser un adulto «.
«Joey y yo nos hemos reunido con muchos muchos niños y bebés con síndrome de Down y otras necesidades especiales. He tenido la bendición de ver un montón de ellos en escuelas de secundaria de Indiana en los últimos meses, y no son menos. Ninguno de ellos lo son. Al igual que los niños típicos, vienen en todas las formas y tamaños. Algunos aprenden más rápido, algunos más lento. Algunos son silenciosos y algunos ruidosos. Algunos gatean y caminan antes que otros y algunos, como Indy … se toman su tiempo. Pero todos son bellos. Todos son regalos del cielo«.
«En el último par de años Joey y yo hemos oído las estadísticas, y nos han roto el corazón. Todavía tengo roto el mío. Entre el 70 y el 90% de las madres embarazadas que se hacen la prueba y comprueban que su feto tiene síndrome de down abortan el bebé«.
«El mundo nos ha dicho que son menos. Un error. Pero no creo que lo sean. Al menos sé que no lo es Indiana. Cuando nació, Joey y yo dijimos: ‘este es la niña que Dios quiere que tengamos’, y creímos en ella. Y estábamos en lo cierto«.
«No me puedo imaginar a Joey sin tener esos dos años, siendo ya una mamá de Indiana y llegando a experimentar el amor y la felicidad que Indy nos trajo. Dios lo sabía. Y lo hizo así. Fue su regalo a ella. Al igual que Indy es mi regalo ahora. Ella es la sonrisa en la cara del padre que está llorando. Ella es la alegría en la vida de una familia que debería estar llena de tristeza«.
«[…] Puede parecer que no es el niño que esperas. Pero al final, – como nosotros – te darás cuenta de que no es menos. Ella es más. Más maravillosa y más preciosa y aún más importante para nuestras vidas y la historia de lo que esperábamos. […] »
«No, Dios no comete errores.»
