Nadie le dijo al bebé Silas Philips cuando estaría listo para ver el mundo, así que él hizo lo que quiso y nació estando todavía dentro del saco amniótico. Desde entonces ha sido aclamado como un «milagro médico» por la comunidad médica.
Silas nació tres meses antes de tiempo en un hospital de California. Los médicos que llevaron a cabo la cesárea a su madre, Chelsea, no lo podían creer cuando vieron que su saco amniótico estaba intacto.
El saco amniótico es una bolsa de líquido que se encuentra dentro del útero donde el bebé no nacido se desarrolla y crece. El líquido ayuda a amortiguar el bebé de golpes y lesiones. Si miras con suficiente atención las imágenes de esta historia podrás ver sus pequeñas manos y los pies. Hasta que la bolsa se rompió todavía podía recibir oxígeno a través de la placenta.
La gran noticia es que Silas está bien y listo para que su vida sea la de una súper estrella después de convertirse en una especie de leyenda desde el momento en que nació. A pesar de haber nacido a las 26 semanas, esperan tenerlo en casa dentro de un mes.
El saco amniótico normalmente se rompe durante el parto, lo que tradicionalmente se conoce con la expresión «romper aguas» de las madres.
En este vídeo (en inglés) podrás escuchar al Doctor William Binder, describiendo cómo se sintió cuando vio a Silas por primera vez.
