Se llama Mitchell Brunings y participaba en el concurso The Voice en su edición de Holanda. El sonido de su voz es absolutamente claro, hermoso y verdadero. Es como si Bob Marley estuviera ahí, en ese escenario. Creo que podríamos sentarnos a escucharlo todo el día. Nos gustó mucho la reacción de los jueces, pues a los pocos segundos de empezar a cantar Mitchell giran sus sillas. Algo absolutamente lógico. Mira el vídeo y lo comprenderás.
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