Cada día, la medicina moderna salva incontables vidas, gracias a los diagnósticos y tratamientos adecuados. Sin embargo, para ciertos conjuntos de síntomas, los diagnósticos correctos son más difíciles de conseguir.
Cuando Caroline Heinle se encontró luchando día tras día entre una fatiga debilitante, con dolores de cabeza, dolor de cuello crónico, y una serie de otros síntomas, se dirigió a todos los médicos posibles en busca de un remedio que lo curase todo.
Caroline incluso empezó a documentar su increíble viaje que le devolvería su bienestar en abril de 2015 en su blog: Fighting for My Immunity (Luchando por mi inmunidad).
Con el paso del tiempo, el Dr. Thomas Errico, co-director del Spine Center de NYU, le diagnosticó el empeoramiento de la escoliosis como la causa de sus síntomas y le propuso que se sometiera a un tipo muy avanzado de cirugía de espalda.
Tardó aproximadamente 18 meses hasta que tomó la decisión de seguir adelante con la cirugía. ¿Pero y ahora? La vida tiene una manera divertida de sorprendernos con hermosas milagros cuando menos lo esperamos.
Desplázate hacia abajo para ver cómo la milagrosa cirugía y la intensa perseverancia de Caroline han ayudado a hacer cambios positivos en la salud de su vida que tan desesperadamente necesitaba.
Con tan sólo 15 años de edad, Caroline Heinle fue diagnosticada con escoliosis, una curvatura de la columna vertebral, que requería que durmiera en un voluminoso soporte para la espalda cada noche.
A los 30 años, Caroline llevaba viviendo en Los Ángeles cinco años y medio, persiguiendo su sueño de ser actriz, modelo y escritora. Luego, su salud comenzó a tomar un giro inesperado para peor.
Para apoyar financieramente sus sueños artísticos, Caroline asumió trabajar como camarera, lo que hizo que su cuerpo y su alma reaccionasen de forma irregular.
Caroline comenzó a desarrollar debilitantes episodios de fatiga, agudos dolores de cabeza y dolores crónicos en cuello y espalda.
En busca de alivio, Caroline visitó todo tipo de diferentes médicos y especialistas, tanto de las tendencias de medicina occidental como oriental.
Con el tiempo, los problemas de salud de Caroline se hicieron tan insoportables que tuvo que dejar Los Angeles y regresar a su ciudad natal de Warren (Nueva Jersey).
Caroline escribió en su blog: «estaba sufriendo de dolores crónicos en el cuello y dolor de espalda torácico y se adormecían mis brazos por los dolores, también tenía dolores de cabeza muy fuertes, fatiga extrema, discos herniados en mi columna vertebral, un dolor punzante en mi médula espinal, depresión, problemas hormonales, problemas digestivos, y honestamente, la lista continuaba…»
Una vez de vuelta en la costa este, se reunió con el Dr. Thomas Errico, co-director del Spine Center de NYU. El Dr. Errico había realizado una cirugía «milagrosa» a un amigo de Caroline de la escuela de secundaria, que también tuvo problemas con la escoliosis.
El Dr. Errico dijo a Caroline que desde los 15 años de su diagnóstico inicial de escoliosis, la columna vertebral se había desplazado de una curvatura de 32 grados a una curvatura de 45 grados.
A continuación le dijo que finalmente tenía la necesidad de una cirugía para corregir este desplazamiento vertebral y aliviar su dolor crónico.
Le llevó un año y medio tomar la decisión, pero en el otoño de 2015, finalmente estuvo lista.
El fin de semana y la noche antes de su cirugía, Caroline se mantuvo en calma.
Pero milagrosamente, en cuestión de horas tras la cirugía, se puso de pie y caminó por los pasillos del hospital.
Tan solo 11 semanas después de su cirugía, el médico de Caroline sintió que su recuperación se perfilaba tan bien que fue autorizada a volver a realizar ejercicio físico.
Caroline escribe en su blog sobre la designación de su primer médico después de la operación: «Mi madre vino conmigo a mi cita, y estuvimos recordando cómo estaba en tan mal estado el año pasado… me golpeaban dolores de cabeza, infecciones constantes, dolores crónicos de cuello y dolor en el hombro, fatiga crónica, dolores por mi brazo izquierdo y, a veces por mi pierna y era un desastre deprimido.»
«Mi primera cita con el Dr. Errico vez me hizo llorar y tuve mucho miedo de someterme a una cirugía, pero también sabía que vivir de la manera en que estaba viviendo ya no era una opción.»
Tan sólo tres meses después de su cirugía, Caroline volvía al trabajo de modelo.
Ella recuerda de aquella primera sesión: «Tres meses más tarde estaba de vuelta al trabajo … en una sesión de fotos que me llevo, muy bien, fuera de mi zona de confort«.
«La cirugía me ha permitido vivir una vida más plena y hacer frente a las cosas pequeñas de la vida.»
La historia de Caroline demuestra que a través de un gran dolor puede venir un glorioso triunfo.
¿Qué opinas de la historia de Caroline? ¿Alguna vez has tenido problemas de escoliosis u otras dolencias difíciles de diagnosticar? Cuéntanos tu historia en los comentarios.