Esto es lo que ocurrió cuando una larva parásita creció hasta convertirse en un gusano totalmente adulto en el globo ocular de una rana.
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Lo creas o no, un hombre de Florida descubrió por primera vez que los seres humanos también pueden verse afectados por la infección de este parásito.
Los vectores de transmisión:
- El agua potable que contiene la larva
- Comer un animal infectado por el parásito
- Contacto con los orificios del cuerpo (ojos, oídos, heridas abiertas, etc …)
La única manera eficaz de eliminar a estos parásitos es mediante extirpación quirúrgica.
El nombre del parásito es «Loa loa«, un gusano nemátodo y parásito que vive en África central y occidental.