En 2014, un equipo de carreras de Suecia formado por 4 personas participó en el Campeonato Mundial de Carreras de Aventura. Fue una épica carrera de resistencia de casi 700 kilómetros donde los equipos compiten entre sí a través de la selva tropical del Amazonas. Naturalmente, esta carrera fue agotadora tanto física como mentalmente. Por el camino, el equipo sueco recibió la ayuda y el apoyo de la manera más improbable.
Dada la naturaleza de la carrera, esta experiencia está llamada siempre a ser inolvidable. El equipo atravesaría la selva húmeda, y se encontraría con cientos de animales de todas las especies diferentes. Desde loros a monos, el equipo sueco se preparó para la experiencia. Pero había un animal que no esperaban encontrarse: un perro. Y resulta que este perro lo cambió todo.
Un día, el líder del equipo sueco, un hombre llamado Mikael Lindnord, compartió una albóndiga con un perro callejero que se habían encontrado en la selva. Pensando que era un encuentro de una sola vez, el equipo sueco siguió su camino. Pero unos minutos más tarde, se dieron cuenta de que el perro se negaba a irse de su lado. No importa cuáles eran las condiciones, el perro callejero, al que dieron el nombre de Arthur, los acompañaba y permanecía a su lado.
En un momento dado, el perro nadaba al lado de sus kayaks a través de un río oscuro. Finalmente, el equipo terminó la carrera en cuarto lugar con Arthur a su lado. Mikael adoptó a Arthur y lo trajo de vuelta a Suecia para vivir con su familia.
Juntos, el equipo comenzó la Fundación Arthur para apoyar a los perros callejeros.
