Gandhi dijo una vez: «La grandeza de una nación se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales.» Si tomamos esa máxima como cierta, la historia de un Golden Retriever de ocho años llamado Henry muestra a un país en su peor momento y en su mejor momento.
Henry fue encontrado por la policía local en Newport Beach (Estados Unidos), aparentemente abandonado por sus anteriores propietarios. Estaba hambriento y solo, y, para empeorar las cosas, tenía un tumor de 20 kilos situado a un lado. Los equipos de rescate dicen que el tumor era tan grande que le hacía prácticamente estar inmóvil y ni siquiera podía levantar la pata para orinar. Debido a que no había propietarios que reclamasen por él, los vecinos se unieron para ayudar a pagar la costosa cirugía para extirpar el tumor. Por suerte, Henry sobrevivió a la arriesgada operación y ahora está libre del monstruoso crecimiento. Aunque los médicos aún están a la espera de los resultados de una biopsia para determinar si el tumor era canceroso. Hasta entonces, Henry parece estar lleno de vida y muy juguetón.
Por suerte, la policía afirma que pronto encontrarán a las personas que abandonaron a Henry para que muriese. Como dice la supervisora de Control de Animales Valerie Shomburg: «Quien haya hecho esto a Henry tendrá que responder ante la justicia.»