Como los humanos, los perros pueden adaptarse a los entornos más adversos. Por desgracia, cuando los perros experimentan abusos y maltratos traumáticos de los seres humanos, también pueden aprender a evitar toda interacción social.
Pero se les puede enseñar a amar de nuevo. Recientemente, National Geographic realizó un documento tratando precisamente este tema.
Conoce a Kaya y Robin. Fueron rescatados del comercio de carne de perro en Corea del Sur por la Humane Society International (HSI).
Con el maltrato que han soportado, perros como Kaya y Robin han aprendido a no confiar en los seres humanos.
Dentro de la industria de la carne de Corea del Sur, los perros se mantienen en condiciones inhumanas y sin suficiente comida o tratamiento médico. «Ellos simplemente están al borde de la supervivencia cada día para luego simplemente ser sacrificados«, dice Kelly O’Meara de HSI en otro video de National Geographic.
Cuando Kaya y Robin llegaron por primera vez a los EE.UU., lucharon para aclimatarse a la vida en el refugio donde HSI inicialmente los colocó, por lo que el centro ASPCA Behavioral Rehabilitation Center (BRC), junto con el centro St. Hubert’s Animal Animal Welfare Center en Madison, Nueva Jersey, dieron la bienvenida a los dos perros rescatados.
«El objetivo de [BRC] es ayudar a perros temerosos que están insuficientemente socializados y que no pueden ser adoptados debido a la gravedad de sus problemas de comportamiento«, dice Kristen Collins, directora senior de rehabilitación de comportamiento anti-crueldad de BRC, en el video.
«Eran casos extremos.«
En el poco tiempo desde su apertura en marzo de 2013, BRC ha curado con éxito a más de 160 perros temerosos, pero Kaya y Robin fueron severamente traumatizados por su experiencia en una granja de carne de perro.
«No se podía conseguir estar cerca de ellos. No se podían tocar. Estaban temblando. Incluso si lo único que hacías era entrar en la perrera, perdían el control de su vejiga y sus intestinos«, dice Collins. «Estaban aterrorizados.»
«Lo que nos ha permitido avanzar con Robin era el juego«, dice ella.
«Cuando le enseñaron los juguetes y lo llevamos a una zona al aire libre, de repente comenzó a florecer«, dice Collins. Ahora, Robin vive en un nuevo hogar, y Kaya está en camino de tener una recuperación lenta, pero constante.
«En la actualidad, Kaya está aprendiendo a sentirse más a gusto con la gente, disfrutando de las caricias y caminando con una correa«, dijo Emily Schneider, una representante de la ASPCA, a The Dodo en un correo electrónico. «Es difícil decir cuando estará lista para graduarse del programa, pero ella sigue mostrando avances y somos optimistas de que será adoptada en un hogar seguro y amoroso en un futuro próximo.»
La ASPCA pronto ampliará sus esfuerzos de rehabilitación de comportamiento. «Debido al éxito de nuestro programa piloto en Nueva Jersey, estamos pensando en construir un centro permanente cerca de Weaverville, Carolina del Norte, para ayudar a que los perros con problemas de comportamiento se vuelvan adecuados para la adopción«, dijo Schneider. Se espera que el centro abra en el 2017.
Además, BRC lleva un registro de las técnicas que ha utilizado. Al mantener un registro de sus éxitos, los funcionarios esperan compartir sus hallazgos y proporcionar orientación para otros centros de rehabilitación.
Hay muchos perros maltratados y abandonados en los EE.UU. que desesperadamente quieren aprender cómo olvidar sus temores. Gracias a la ayuda de la ASPCA y otras organizaciones de bienestar animal, tal vez el ser humano pueda aprender un poco más acerca de cómo tratarlos.