A veces la gente te sorprende de las formas más hermosas.
En cuarto grado, Ben Moser prometió a su amiga Mary Lapkowicz que algún día la llevaría al baile. Los dos se habían conocido en segundo grado y Ben, notando que María era excluida, hacía un esfuerzo extra para que se sintiera integrada.
Un día, mientras jugaban al fútbol, Ben se dio cuenta de que Mary no estaba concentrada en el partido. Se detuvo el partido entero y alertó a sus compañeros de clase que se necesitaba a María para anotar.
Los dos jugaron juntos y se hicieron amigos rápidamente gracias al gran corazón de Ben.
Su maestra de cuarto grado Tracey Spogli se dio cuenta de todo.
«Si ella estaba mirando como si no se estuviera divirtiendo, iba a hablar con ella. Él tiraba de ella en cualquier actividad que estuvieran haciendo. Él siempre estaba pendiente de ella, siempre atento«, dijo.
Durante el sexto grado, María cambió de distrito escolar y ambos perdieron el contacto. El destino quiso que Mary se convirtiera en directora de equipo del equipo de fútbol de su escuela de secundaria, mientras que Ben se había convertido en el quarterback estrella de su escuela.
Cuando los dos equipos jugaron entre sí se reunieron. Vea el resto de su historia a continuación.
Mary y Ben se conocieron en segundo grado. Aunque otros niños excluyeron a Mary, Ben hizo un esfuerzo extra para hacerse amigo de ella.
«Pensé que Mary era realmente genial», dijo Ben. «Era dulce y era muy fácil llevarse bien con ella».
En cuarto grado, Ben prometió a Mary que un día ella tendría su baile. Sin embargo, durante el sexto grado Mary cambió de distrito escolar y los dos se distanciaron.
Cuando los equipos de fútbol de la escuela de Ben y de Mary jugaron entre sí, se reunieron y Ben sabía que tenía que cumplir su promesa.
«Me sorprendió», dijo Mary. «Pensaba que iría con unos amigos».
Huelga decir que sus familias estaban muy entusiasmadas con este hito. El hermano de Mary, Tom, escribió un agradecimiento especial a Ben en Facebook.
«Muchos niños se distanciaron de mi hermana Mary pensando que era rara porque ella tiene Síndrome de Down. Pero Ben no lo hizo.»
«Él siempre estaba atento por ella, siempre se aseguró de que se integrara en su equipo o durante el recreo e incluso le hizo una promesa en cuarto grado para llevarla al baile algún día.»
«Siete años más tarde, cumplió esa promesa, ha puesto una sonrisa en el rostro de Mary y ha restaurado mi fe en la humanidad. ¡Espero que ambos pasen un buen rato en ese baile!»
