En marzo de 2011, el mundo vio con horror como el desastre cayó sobre Fukushima, Japón. Una fusión nuclear devastadora sucedió en la central nuclear de Fukushima. El desastre fue causado por un tsunami que dañó el sistema de enfriamiento de la planta. Al final, tres de sus seis reactores nucleares entraron en crisis.
Hoy en día, la radiación persistente ha hecho que la zona sea declarada inhóspita. Los elevados niveles de radiación también se pueden encontrar en los pueblos de los alrededores. Y aunque no es mortal para los seres humanos, la fauna y floral local en estas ciudades está sufriendo un impacto serio.
Tomemos, por ejemplo, estas margaritas silvestres que crecen en la ciudad de Nasushiobara.
¿No ve nada extraño en ellas?
Parece como si varias de estas plantas se hubieran fusionado, es espeluznante el resultado.
Esas margaritas parecen estar muy lejos de ser margaritas normales, ¿no?
Esto es un poco aterrador. Incluso aunque la radiación no esté en niveles mortales para los humanos fuera de Fukushima, si está haciendo que estas plantas muten y se transformen, lo que no es precisamente prometedor para el futuro de la región.