En abril de 2016, una señora llamada Lois Hicks falleció en su ciudad natal de Odessa, Texas (EE.UU.). Tenía 88 años de edad.
Al día siguiente, su afligida familia se reunió en una funeraría cerca de su casa para darle el último adiós a Lois. Pero una mujer sin vínculos con la familia se coló en la sala donde estaba el cuerpo de la fallecida.
Alrededor de las 5:30 de la tarde, una desconocida pidió usar el baño de la funeraria. Pero en lugar de ir al baño, «casualmente» se acercó hasta el ataúd de Lois, se inclinó sobre su cuerpo, le quitó el anillo de diamantes de su dedo derecho, y huyó en su vehículo. El escandaloso incidente fue capturado por las cámaras de seguridad de la funeraria.
15 minutos más tarde, la hija de Lois, Vel, regresó a la sala para retocar el maquillaje de su difunta madre cuando se dio cuenta de que la faltaba el anillo de su dedo – y la piel alrededor de su dedo anular estaba dañada.
«No puedo creer que alguien pueda caer tan bajo«, dijo Vel al medio Odessa American. «Se me revuelve el estómago.»
Toda la familia de Lois estuvo esperando y rezando para que la misteriosa criminal fuera capturada y castigada por el despreciable crimen, pero la policía en principio no pudo identificarla.
Después de varios días de intentar dar con ella, las autoridades detuvieron a la ladrona de 41 años de edad, y la acusaron de robar a un cadáver humano.
Pero había algo que la ladrona probablemente no sabía en el momento en el que robó el anillo de diamantes de Lois… Y es que era un anillo falso de plástico de 10 dólares.