Rodrigo Alves, más conocido en todo el mundo como «el muñeco Ken humano» (recordemos que Ken es el novio de la popular muñeca Barbie) fue trasladado al hospital después de que tras su última operación de nariz lo dejara con una infección que le estaba devorando la carne.
El señor Alves se recupera en Malaga, España, después de que su cuerpo rechazara un cartílago en la nariz que le ha dejado un enorme agujero.
El auxiliar de vuelo Rodrigo Alves, originario de Brasil, pero que vive en Londres, fue recientemente noticia en todo el mundo tras haber sobrepasado la cifra de más de 300.000 libras (380.000 euros) de gastos en cirugía plástica para transformar su cuerpo.
Rodrigo dijo que se había sentido triste por su apariencia antes de pasar por el quirófano al menos 42 veces en los últimos 15 años.
Rodrigo, de 32 años, desarrolló los rasgos faciales del muñeco dando lugar a comparaciones con el famoso novio de Barbie, Ken.
Sin embargo, tres meses después de su última operación en la nariz, Rodrigo ha sido llevado de nuevo al hospital.
Tras publicar una foto de su cara con vendas, escribió: «Tuve una reconstrucción de la nariz hace tres meses y parece que el nuevo cartílago ha sido rechazado por mi cuerpo«.
«Es terrible y trataré de volver a Londres tan pronto como sea posible para obtener ayuda.»
«Se me hizo cada vez más y más difícil respirar y ahora mi nariz está completamente bloqueada«.
«Ha aparecido un agujero horrible en la nariz y la infección se la está comiendo«.
«Si no se detiene, podría comerme toda la cara. Estoy muy preocupado.»
En una actualización publicada hace unos días, agregó: «Gracias a todos los que me han escrito. Sólo quiero decir que estoy muy bien y ahora está todo bajo control… No hay nada de que preocuparse y la vida sigue.»
En una notable entrevista con el Sunday People, Rodrigo reveló cómo casi murió en una operación hace tres años y que el hueso de la nariz es de un cadáver.
Y que las cejas recientemente se le vinieron abajo por el exceso de Botox.
Hace tres años Rodrigo también escapó de la muerte después de un procedimiento para mejorar los bíceps, tríceps y los hombros con silicona cuando la química se filtró en su sistema sanguíneo.
Perdió la sensibilidad en su brazo y le dijeron que podría se necesario tener que amputárselo. Si la infección hubiera alcanzado su corazón hubiera muerto.
En ese momento dijo: «Me he preguntado si voy a morir en una mesa de operaciones, pero también me he preguntado siempre si voy a morir al cruzar una calle«.
«Pero vale absolutamente la pena el dolor por alcanzar la perfección.«
