El invierno pasado, Jemma-Louise Roberts comenzó a sentirse mal y a tener diarrea mientras estaba disfrutando de unas vacaciones familiares.
Después de que sus síntomas persistieran, fue llevada al hospital. Allí, los médicos realizaron un análisis de sangre a la chica de 13 años de edad, y detectaron la bacteria estafilococo en su sistema. Entonces pensaron que sus síntomas podrían haber sido causados por sepsis o síndrome de shock tóxico (TSS) de los tampones, que la adolescente había estado usando para que pudiera entrenar en sus reuniones de natación.
Jemma-Louise murió de una hemorragia cerebral el marzo pasado de 2015, justo una semana después de ser trasladada para atenderla en un segundo hospital diferente.
Si bien la causa de la muerte de Jemma-Louise sigue siendo incierta, Diane Roberts (su madre) está hablando por ser el «mes de concienciación de la sepsis» para advertir a padres y adolescentes de todo el mundo acerca de los peligros y los signos del síndrome de shock tóxico (TSS). «Mi marido nunca había oído hablar del TSS. Si un padre lee esto y su hija está enferma, podría salvar su vida«, dijo Diane al Manchester Evening News.
Desde la muerte de Jemma-Louise, sus amigos y su familia han recaudado más de 50.000 dólares para el Hospital Alder Hey, donde fue tratada Jemma-Louise.
Aunque el síndrome de shock tóxico es raro – sólo el 1 o 2 de cada 100.000 mujeres contraen TSS -, dice Owen Montgomery, presidente del Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Drexel University College of Medicine en Filadelfia, Pensilvania. Diane espera que al compartir la historia de Jemma-Louise se arroje luz sobre el tema y, en última instancia, ayude a las mujeres a comprender los riesgos del uso de tampones y sepsis.