El ex bombero Pat Hardison acabó con todo su rostro quemado mientras respondía al incendio de una casa hace casi quince años atrás.
El día que la vida de Hardison cambió para siempre comenzó como cualquier otro día, dijo a ABC News:
«Era sólo un día normal. El fuego era igual a todos los demás fuegos… fuimos en busca de una señora«.
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Pero cuando Hardison entró en la casa junto a tres compañeros bomberos, el techo se derrumbó:
«Mi máscara se estaba derritiendo en mi cara. Mi manguera ya se había derretido«.
La única razón por la que Hardison sobrevivió al incendio se debió al hecho de que cuando se quitó la máscara, cerró los ojos y contuvo el aliento, de lo contrario, el humo habría destruido su vista y los pulmones.
Posteriormente pasó 63 días en el hospital, donde los médicos intentaron darle el mejor aspecto posible a su cara.
Pero aún así, había perdido sus orejas, los labios, la mayor parte de la nariz y la totalidad del tejido de sus párpados:
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Cuando Hardison regresó a su casa, sus hijos ni siquiera lo reconocían y se asustaron cuando le vieron:
«Mis hijos tenían miedo de mí. No se les puede culpar. Eran niños pequeños«.
Cuando otros niños lo veían, «corrían gritando y llorando«.
Eso le hirió profundamente:
«Hay cosas peores que la muerte«.
En los siguientes 14 años, se sometió a 71 operaciones.
El estrés fue demasiado para él y su esposa, y a pesar de tener dos hijos más después de la cirugía, Hardison y su esposa se divorciaron.
Más tarde, en 2014, Hardison se encontró con su primer atisbo de esperanza desde hacía mucho tiempo.
Un amigo de la iglesia de Hardison escribió al Dr. Rodríguez, que había realizado un trasplante de cara en 2012 en la Universidad del Maryland Medical Center. Al enterarse de la historia de Hardison, el Dr. Rodríguez accedió a ayudar.
Sin embargo todavía tenían que encontrar una persona que coincidiera, una persona con el color adecuado de piel, color de pelo, tipo de sangre y estructura esquelética.
Aun con eso, Hardison sólo tenía una posibilidad de entre 50 de sobrevivir a la cirugía.
Un año más tarde, el ex corredor de BMX David Rodebaugh, cayó en muerte cerebral durante un accidente de bicicleta, y surgió la coincidencia:
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Un representante de LiveOnNY habló a la madre de Rodebaugh sobre la donación de sus órganos. Después de descubrir que su hijo era una coincidencia para otra persona, ella aceptó. Llegó incluso a decir que Rodebaugh siempre había querido ser bombero.
Después de eso la parte técnica entró en juego.
Hardison estaba a punto de recibir el trasplante de una nueva cara que iba a ser el récord de la más extensa jamás realizada.
El Dr. Rodríguez tuvo que quitar la cara y el cuero cabelludo de Rodebaugh, incluyendo las piel externa, los tejidos, los nervios y los músculos.
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Después lo tuvo que colocar la cara del donante en el rostro de Hardison y conectar los vasos sanguíneos.
La cirugía duró 26 horas en completarse, y la recuperación de Hardison llevó varios meses, pero fue un éxito:
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Han pasado tres meses de la cirugía de Hardison, y aunque el Dr. Rodríguez aún tiene pendiente realizarle unos procedimientos menores, Hardison ya puede ver una gran diferencia en su vida cotidiana:
«Ahora sólo soy un hombre normal.»
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Hardison espera convertirse en un orador motivacional y ofrecer inspiración a veteranos heridos.
Incluso planea volver a tener su licencia de conducir de nuevo.